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Sigo perdiendo peso, afortunadamente.
Cuando tomé la sana decisión de bajar de peso (7 de Diciembre de 2016) estaba en casi 120 kg. Obesidad Grado 3 (con peligro constante de salud, según la OMS y cualquier médico).
Hoy la balanza muestra 93,8 y realmente me encanta. Mi vida cambió completamente, quedan atrás los "elásticos" joggins que tanto odio, para poder volver a ponerme los "rígidos" vaqueros que usé siempre, antes que permitiera que la obesidad sea parte de mi vida.
Hoy puedo volver a caminar sin agitarme, a realizar múltiples actividades que había dejado de lado por mi exagerado sobrepeso.
Siempre digo lo mismo. No escribo para presumir de mis logros, TODO LO CONTRARIO, escribo porque soy parte de una comunidad donde de una forma u otra, muchísimas personas comparten el mismo interés que yo tuve al ingresar en la misma. Perder peso, para ganar calidad de vida y salud.
Y la única intención que tengo, es INCENTIVAR a quienes dudan.
Los que dudan si empezar o no, los que dudan si seguir no.
Empiecen! Sigan! No tengo la menor duda que más allá de la metodología elegida para adelgazar, lo más importante está en nuestra cabeza.
Debemos comprometernos con un objetivo, y después cumplirlo, siempre -por supuesto- sin descuidar nuestra salud.
No hay secretos, ni pastillas raras, ni fórmulas mágicas. (Digo esto porque ya recibí muchos mensajes privados pidiéndome "el secreto" de mi rápida pérdida de peso.
Hay si, mucho, pero muchísimo sacrificio.
Sacrificio de ver que mi esposa se compra una torta helada y la comparte con mi hija, y no aceptar ni siquiera una fina porción.
Sacrificio de no comer más mis amadas milanesas, o empanadas, etc.
Sacrificio de no tomar más los fines de semana mis queridas cervezas y cambiarlas por el apático jugo clight.
Sacrificio de ir a visitar gente amiga y que te digan "te tomás un fernet con coca?" y decir "no gracias".
Y sacrificio de romperme el tujes todos los put*s días arriba de la bicicleta fija, pedaleando alrededor de 40 km/h poniendo la resistencia de la bici en un punto en el que duelen las piernas para poder pedalear.
Este, y no otro, es el "secreto". Y lo mejor de todo es que no se me hacen pesados esos sacrificios. Porque veo resultados, y a medida que veo resultados más me entusiasmo, y cuanto más me entusiasmo menos quiero caer en la famosa tentación de derrapar.
¿Cómo voy a derrapar con las comidas, si yo se el sacrificio que me cuesta bajar cada gramo? Voy a tirar horas de romperme el alma en la bici, para "darme un gustito", no... ni en pedo.
El objetivo de los 85kg ya no está tan lejos, si me estiro lo alcanzo a ver.
Pero no descarto, una vez alcanzado el mismo, estirar la meta a los 80kg.
Todo depende de como me vea, y por supuesto, lo que mi salud me indique.
Un gran saludo a todos.
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