estherpl28's Journal, 25 Oct 22

Conocí al Sr. Pendred una calurosa mañana de un raro otoño, a una semana para cumplir mis 38 años. Lo más curioso del caso es que él siempre estuvo ahí, cuál ángel de la guardia desde el momento en que llegué al mundo. Nos habíamos cruzado los días más tristes de mi vida pero su rostro era tan cambiante que nunca lo había reconocido.

Me lo presentaron en una consulta de hospital y conocerle fue una revelación que permitió encajar piezas sueltas en mi vida. Me dijeron que me había tocado una loteria, con una probabilidad de 1 cada 80.000. La genética es apasionante y caprichosa, como un amante egoísta. El terremoto fue inevitable: los cimientos, a pesar de estar arropada por mis padres, temblaron. El abismo bajo mis pies. Alivio y rabia se abrazaron.

Mi mente se tiñó de blanco, parece que si no pienso en ellos los problemas desaparecen, se difuminan o pierden importancia pero cuando me suceden cosas así, necesito escribir. Así ordeno ideas, sentimientos, emociones. No consigo soluciones pero parece que me ayuda a sobrellevar un duelo, una pérdida, un choque. En los últimos 2 o 3 años la palabra “suficiente” fue importante para mi; ahora, a partir de este octubre de 2022 la palabra será “aceptación”.

Mi hijo oirá hablar algun día del Sr. Pendred pero por suerte nunca lo conocerá... quizás lo sufrirá pero almenos no será en sus propias carnes sobre el metal frío de una mesa de quirófano.

Nuestro destino es inevitable: la muerte es segura. Las cartas con las que me tocó jugar en esta vida vinieron trucadas pero almenos sé que el Sr. Pendred (alias “Pendre’t lo pèl”) no será mi asesino, sólo será una sombra tocapelotas que me acompañará toda la vida.

Podría haber sido peor.